Pesadilla.
Mi vuelo a Bogotá resultaba partir desde Dublin y yo me daba cuenta en el aeropuerto de lo siguiente:
a) Necesitaba un vuelo urgente para Dublin (no se me había ocurrido arreglar eso antes)
b) Podía embarcarme al fin en un vuelo de RyanAir pero resultaba no tener visa, así que ni modos de hacer tránsito por allá
c) Se me había quedado el pasaporte en mi casa

Iba con Adeline (compañera bruneyana de carrera), quien decía toda extrañada que a ella nunca le habían pedido una visa. "Yeah, but I come from a poor country", replicaba yo. Subíamos unas escaleras y estábamos en pleno centro de Tokio, desde donde se veía el mar y, al otro lado, un centro comercial gigante en Odaiba. De repente la que estaba conmigo era Azuma, quien no quería acompañarme a sacar una visa a toda velocidad sino ir al centro comercial. Se veía tentador; alcanzaba a sentir ganas de dejar todo botado e ir a divertirme en Odaiba con ella.

Qué angustia, menos mal me desperté.


Anoche soñé algo rarísimo:
Estaba en mi casa. Era diciembre 13 y mi familia nuclear estaba reunida en la sala como en un fin de semana normal. Entonces llegaba Himura, quien me preguntaba si no venía nadie más a celebrar "la cremación del cedro". Yo le decía que nosotros no sabíamos que el 13 de diciembre se celebraba algo.
En un sofá estaba sentada una amiga que murió hace años. Por estar tratando de agradar a Himura no hablaba casi con ella, y de pronto la notaba aburrida. Entonces halaba al señor al sofá y le decía:
—Te presento a Sandra. O más bien, al fantasma de Sandra.
Ella sabía que estaba muerta, pero hacía algún comentario irónico sobre cómo en efecto, era un fantasma, puesto que la había estado ignorando.